Cómo entrar al cielo | Lucas 10:25-37

Parábola

Oscar Castillo nos comparte la parábola del buen samaritano y nos muestra cuál es la verdadera moraleja de esta historia. Nadie puede venir a Dios sin reconocer quiénes somos antes Sus ojos. A menudo pensamos que somos lo “suficientemente buenos”, pero la historia del Buen Samaritano pretende provocar la humildad que conduce a una eternidad con Dios.

Oscar CastilloJun 25, 2023

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Una mala interpretación sobre la parábola del Buen Samaritano es pensar que esta historia se reduce a cómo tratar bien y ayudar a los demás. Lucas 10:25-37 es el intento de un líder religioso de probar a Jesús. Sin embargo, la respuesta de Jesús es un intento de ayudar a este hombre a ver quién es en realidad ante los ojos de Dios. En esta historia, hay cinco preguntas que esperamos te lleven a una humildad que da nacimiento a la eternidad con Jesús:

1. ¿Qué debemos hacer para heredar la vida eterna?
Esta es la pregunta más importante que podemos hacernos porque tiene un impacto terrenal y eterno.

2. ¿Es la vida eterna un premio que nos ganamos o solo la recibimos?
La ley del Antiguo Testamento es clara; para ganar la vida eterna por nuestros propios esfuerzos, debemos ser perfectos en la forma en que amamos a Dios y amamos a nuestro prójimo.
Desafortunadamente, ninguno de nosotros puede ser perfecto por sí mismo. Nacemos pecadores y necesitamos desesperadamente salvación.

3. ¿Hemos entendido el estándar de Dios?
El estándar de Dios es la perfección. Él es perfecto, así que el cielo es perfecto.
La gente imperfecta no puede estar en el cielo con Él; deben ser perfectos. Podemos intentarlo, pero nunca lograremos este estándar por nuestra cuenta.

4. ¿Tenemos convicción o buscamos autojustificarnos?
Excusar nuestra imperfección cumpliendo nuestro propio estándar para la vida eterna es autojustificación.
En cambio, debemos sentir la convicción de que no hemos vivido de acuerdo con el estándar de perfección de Dios.

5. ¿Quiénes somos en la historia? Somos todos excepto el Buen Samaritano.
Somos el abogado que no se dio cuenta de que el estándar de Dios es la perfección.
Somos el sacerdote y el levita, que conocemos la ley pero no la cumplimos a la perfección.
Algunos podemos identificarnos más con los ladrones porque sabemos que hemos hecho cosas que no cumplen con los estándares de Dios.
Todos somos el hombre indefenso al costado del camino.
Jesús es el Gran Samaritano. Él dio su vida por nuestra redención y eso nos lleva a una relación correcta con Dios.

Aplicación

  • Si te llegaras a morir esta noche, en una escala del 1 al 10, ¿qué tan seguro estás de que irías al cielo? ¿Por qué? ¿Tu respuesta muestra que estás confiando en tus propios esfuerzos o en la obra de Cristo en la cruz?

  • Entre el abogado, los ladrones, el desamparado, el sacerdote o el levita, ¿con quién te identificas más en este pasaje y por qué?

  • Si eres cristiano, ¿de qué manera te has vuelto apático al evangelio? ¿Qué necesitaras para redescubrir el asombro y la maravilla de lo que Jesús hizo por ti en la cruz?

  • ¿Cómo puedes amar a otros en nuestra ciudad esta semana con el amor radical de nuestro Gran Samaritano?