En este pasaje de Juan 2, Oscar Castillo, nos comparte del primer milagro de Jesús: convertir agua en vino durante una boda. A simple vista, puede parecer simplemente una manifestación extraordinaria de Su poder, pero al profundizar en el relato, descubrimos que esta señal tiene un significado mucho más profundo. En realidad, apunta al propósito más grande de Su venida al mundo.