En este mensaje, Oscar Castillo, nos lleva a través del Salmos 119:97-104, y nos hace reflexionar sobre algunas preguntas para ayudarnos a crecer en atesorar la Palabra de Dios como respuesta a su gran amor y obra salvadora para nosotros en Cristo.
¿Qué dice la Biblia sobre el sufrimiento? |
¿Qué dice la Biblia sobre el sexo? |
¿Qué dice la Biblia sobre el trabajo? |
¿Qué dice la Biblia sobre el dinero? |
¿Qué dice la Biblia sobre la política? | Marcos 12:13-17 |
¿Qué dice la Biblia sobre nuestros cuerpos? | 1 Corintios 6:12-20 |
Jesús y el género | Colosenses 1:15-20 |
Matrimonio | Efesios 5:22-33 |
Torciendo la Palabra de Dios | Mateo 15:1-9 |
Las Cualidades de una Persona que Venera la Biblia | Salmos 119:97-104 |
La Palabra de Avivamiento | Nehemías 8 |
Una persona que venera la Biblia ama la Palabra de Dios (Salmos 119:97a). El amor del Salmista por las Escrituras proviene de su amor por el Autor. Debido a que ama profundamente a Dios, aprecia mucho las palabras de Dios. "¿Por qué tantos cristianos se aburren con la Biblia? Porque hemos olvidado lo que es la Biblia". En Su Palabra, Dios habla personalmente a Su pueblo.
Una persona que venera la Biblia medita en la Palabra de Dios (Salmos 119:97-99). Meditar en la Palabra de Dios significa reflexionar y revisarla regularmente por lo que es (la Palabra de Dios) y lo que hace en nosotros para hacernos más como Cristo. Alungas formas de meditar: memorizar, pensar, escuchar, orar, escribir en un diario y hablar de ello.
Una persona que venera la Biblia obedece la Palabra de Dios (Salmos 119:100-102). El indicador más claro de la sabiduría no es la edad, sino la forma en que respondemos a la Palabra de Dios.
Una persona que venera la Biblia se deleita en la Palabra de Dios (Salmos 119:103-104). A través del Espíritu Santo que mora y obra en aquellos que confían en Cristo, la Palabra de Dios los transforma. A medida que crecemos en el amor por la Palabra de Dios, meditamos en ella, confiamos en ella y obedecemos, nuestros intereses cambian, nuestras prioridades cambian, nuestros valores cambian, nuestras acciones cambian. Y por la gracia de Dios, un mundo roto se da cuenta y quiere algo de lo que tenemos.