Al embarcarnos juntos en 21 Días de Oración y Ayuno como familia en Cristo, nuestra esperanza es que cada uno de nuestros miembros aproveche el gozo de la oración. Sin embargo, sabemos que pasar un tiempo prolongado en oración puede ser una idea nueva para muchos. Esta guía está diseñada para ayudarle a dar el siguiente paso en su caminar para disfrutar más profundamente de la oración (y, por lo tanto, de Dios), respondiendo por qué y cómo debemos orar.
¿Por qué debemos orar?
El meta de la vida cristiana es llegar a ser lo más parecido posible a Jesús. Por eso oramos porque Jesús oró. Los Evangelios nos muestran que Jesús oró antes, durante y después de que sucediera cualquier cosa importante en su vida. Jesús oró en su bautismo (Lucas 3:21-22), después de agotadores días de ministerio (Lucas 5:15-16), antes de tomar decisiones importantes (Lucas 6:12-13), después de alimentar a 5.000 personas (Lucas 9:16- 19), antes de enseñar acerca de la oración (Lucas 11:1), antes de su arresto (Lucas 22:40-44) y antes de tomar su último aliento (Lucas 23:46). Era parte de los ritmos naturales de Jesús.
La oración es también la forma en que nos acercamos más a Dios. ¿Le gustaría experimentar más de la presencia, el amor, la gracia, el poder, la revelación y la bondad de Dios (Salmo 16:11)? La oración es la forma en que nos conectamos con un Padre Celestial que da buenas dádivas a Sus hijos (Mateo 7:7-11). El objetivo de la oración no es ser visto por los demás o causar impresión, sino ser visto y recompensado por Dios (Mateo 6:5-6). Pero nuestras distracciones terrenales pueden plantear problemas. Dios quiere darnos más de Sí mismo, pero a menudo esperará hasta no tener que competir por nuestra atención.
¿Cómo debemos orar?
Martin Luther dijo: “Ser un cristiano sin oración no es más posible que de estar vivo sin respirar”.
Si queremos ser como Jesús, nosotros también debemos aprender a orar. No existe una manera correcta o mejor de orar. Cualquier tipo de oración es mejor que no orar en absoluto, así que pruebe prácticas diferentes. Las siguientes siete prácticas de oración son formas comunes en que los cristianos se conectan con Dios.
Ore la Oración del Padrenuestro
Simplemente ore mediante el Padrenuestro, modelado por Jesús en los Evangelios.
Padre nuestro que estás en el cielo. Dios gracias porque eres mi Padre, vengo delante de ti como tu hijo, a vaciar mi corazón. Gracias Jesús porque moriste por mis pecados y resucitaste de entre los muertos para llevarme a la familia de Dios. Como mi Padre Celestial eres un Padre perfecto. Santificado sea tu nombre. Dios reconozco que Tú eres santo, santo, santo. No hay nadie como Tú. Maravilloso, te exalto mi Dios. Venga tu reino, hágase tu voluntad. Dios, gobierna y reina sobre mi vida hoy. Tú estás en control, y si Tú estás en control todo está bien, yo te seguiré. (Mateo 6:9-13)
Utilice el método C.A.S.A. (Confesión, Adoración, Súplica, Agradecimiento)
Este modelo incluye lo siguiente:
- Confesión: Reconozca ante Dios las formas en que ha resistido sus caminos.
- Adoración: Alabe a Dios por quien es Él.
- Súplica: Pídale a Dios que se mueva
- Agradecimiento: Dé gracias a Dios por cada cosa que ha hecho.
Ore las Escrituras
Puede hacer esto con cualquier pasaje que lea. Simplemente lea las Escrituras y conviértalas en una oración. Los Salmos son un excelente lugar para comenzar.
Lectio Divina (Lea, medite, ore, contemple)
Traducido como “Lectura Divina”, esta práctica es una forma de acercarse a Dios meditando en Sus palabras. De la siguiente manera:
- Siéntese en silencio por unos minutos
- Pídale al Espíritu Santo que lo guíe
- Elija un versículo, escriba sus pensamientos sobre ese versículo
- Escuche lo que Dios le está diciendo
- Ore
Uno de mis versículos favoritos para hacer esto es Proverbios 3:5-6. Lo leo lentamente y medito en cada verso.
Confía en el Señor con todo tu corazón;
no dependas de tu propio entendimiento.
Busca su voluntad en todo lo que hagas,
y él te mostrará cuál camino tomar. (Proverbios 3:5-6)
La Oración del Examen
La oración del examen consiste en revisar nuestro día para volver a sintonizarnos con Dios.
- Acalle su mente. Entienda que está en la presencia de Dios.
- Recorra su día, reflexione y exprese gratitud por lo que Dios hizo.
- Pídale a Dios que le revele momentos claves de su día. Recuerde que Dios ha estado con usted durante todo el día, en cada detalle.
- Pregúntale a Jesús si alguna vez él tuvo que lidiar con esto o qué quiere que aprenda de esto.
Oración Conversacional
Esta es la simple práctica de hacerle preguntas a Dios y escuchar Sus respuestas. Fíjese si Dios trae un pensamiento o algo específico a su mente, o deja alguna impresión en su corazón.
Aquí hay algunas preguntas para comenzar:
- ¿Por quién quieres que ore ahora mismo?
- ¿Qué estás tratando de mostrarme ahora mismo?
- ¿Qué actitud quieres que tenga ahora?
- ¿Cómo quieres que responda en esta situación?
- ¿Hay algo que deba confesar ahora mismo?
La Silla de Oración
Esta es una práctica de quietud. Animo a la gente a empezar sentándose en silencio durante 15 minutos durante 30 días. El objetivo es cultivar la intimidad con Dios escuchándolo y disfrutándolo.
Si alguna de estas prácticas le intimida o le parece desconocida, tome la libertad de experimentar. Intente orar mientras conduce, realiza caminatas de oración, ore de rodillas, ore en voz alta, escriba un diario de oraciones, ore por diferentes cosas en días específicos, consiga un tablero de anuncios de oración, configure alarmas para recordarse que debe orar o designe un día completo o medio día para la oración. Si desea maximizar su experiencia con la oración y aumentar la satisfacción espiritual, combine la oración con el ayuno.
Nuestra esperanza durante los 21 Días de Oración y Ayuno de Watermark es que usted dé un paso para disfrutar de la oración como un medio de intimidad más profunda con Dios.