Guía de Oración para Grupos Comunitarios

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Al embarcamos juntos en 21 días de oración y ayuno como familia de Cristo, una de nuestras metas es que cada grupo comunitario pase una reunión completa en oración. Para algunos, pasar una hora o más en oración grupal puede parecer desalentador o desconocido. Esta guía está diseñada para ayudar a su grupo a practicar y disfrutar orando juntos.

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Instrucciones y Preparación

  • Designe un facilitador que leerá en voz alta las indicaciones de oración del grupo comunitario. El resto del grupo leerá y seguirá las indicaciones.
  • Será guiado a varios momentos de silencio que le permitirán pedirle al Espíritu Santo que le encuentre y le guíe. Puede utilizar un cronómetro para mantenerse encaminado. Si moverse o ponerse de pie le ayuda a concentrarse y estar atento al Espíritu, siéntase libre de hacerlo. Cuando se distraiga, simplemente pídale al Espíritu que le ayude a reenfocarse.
  • Su grupo leerá el Salmo 23 y responderá en oración. Preste atención a lo que sucede en su cuerpo (sentimientos) y mente (pensamientos) mientras se concentra en la lectura de las Escrituras en voz alta y las palabras que otros oran.
  • Su reunión concluirá con algunas preguntas de discusión.

Pautas de Oración Para Grupos Comunitarios

Facilitador: “Comenzaré con una breve oración seguida de cinco minutos de silencio. Por favor, póngase cómodo”.

Facilitador: “Señor, estamos aquí para escucharte. Por favor minístranos durante este tiempo. Reúnete con nosotros y guíanos. Elimina nuestras distracciones y danos el discernimiento de tu presencia con nosotros”.

Cinco minutos de silencio

Facilitador: “Ahora leeré el Salmo 23 dos veces, lentamente, haciendo una pausa después de cada lectura”.

“El Señor es mi pastor, nada me faltará. En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce. Él restaura mi alma;
me guía por senderos de justicia por amor de su nombre. Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento. Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días.” (Salmo 23)

Facilitador: “Disfrute de cinco minutos más de silencio y pregúntele al Señor qué escuchó del Salmo 23. Pídale que le ayude durante este tiempo. Tome nota de qué palabras o versículos le trae a su atención el Espíritu”.

Cinco minutos de silencio

Facilitador: “Ahora vamos a leer el pasaje frase por frase. Después de cada frase, haremos una pausa de un minuto para orar en silencio e individualmente, y luego tomaremos los siguientes dos o cuatro minutos para orar juntos o simplemente guardar silencio. Después de eso, pasaremos a la siguiente frase”.

El facilitador lee cada versículo lentamente y hace una pausa para la oración individual y colectiva.

Facilitador: “El Señor es mi pastor, nada me faltará.” Ore en silencio durante un minuto; luego ore colectivamente en voz alta o guarde silencio durante dos a cuatro minutos.

“En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce.” Ore en silencio durante un minuto; luego ore colectivamente en voz alta o guarde silencio durante dos a cuatro minutos.

“Él restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre.” Ore en silencio durante un minuto; luego ore colectivamente en voz alta o guarde silencio durante dos a cuatro minutos.

“Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento.” Ore en silencio durante un minuto; luego ore colectivamente en voz alta o guarde silencio durante dos a cuatro minutos.

“Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.” Ore en silencio durante un minuto; luego ore colectivamente en voz alta o guarde silencio durante dos a cuatro minutos.

“Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días.” Ore en silencio durante un minuto; luego ore colectivamente en voz alta o guarde silencio durante dos a cuatro minutos.

Facilitador: “Mientras concluimos, tomemos unos minutos más de silencio para prestar atención y escuchar a Dios. Consideremos estas preguntas:

  • ¿Cómo quieres que crezca mi relación contigo?
  • ¿Dónde estoy dudando de tu dirección, tu bondad y tu misericordia?
  • ¿Cómo quieres que crea o viva de manera diferente?

Tomemos cinco minutos de silencio para reflexionar sobre estas preguntas con el Señor”.

Cinco minutos de silencio

Facilitador: “Señor, te damos gracias por tu presencia activa y poderosa. Oro para que continúes ayudándonos a experimentar la unión y la intimidad contigo. Continúa usando tu Palabra, tu Espíritu y tu pueblo para ayudarnos a experimentar tu amor transformador”.


Preguntas de Discusión
  • ¿Cómo fue esta práctica para usted? ¿Qué le gustó? ¿Hubo algo que fue incómodo? Si es así, ¿por qué?
  • ¿Qué notó acerca de lo que otros en el cuarto oraron?
  • ¿Qué invitación siente que le está extendiendo el Señor?