Al embarcamos juntos en 21 días de oración y ayuno como familia de Cristo, una de nuestras metas es que cada grupo comunitario pase una reunión completa en oración. Para algunos, pasar una hora o más en oración grupal puede parecer desalentador o desconocido. Esta guía está diseñada para ayudar a su grupo a practicar y disfrutar orando juntos.
Instrucciones y Preparación
- Designe a un facilitador que leerá en voz alta las indicaciones de oración del grupo comunitario. El resto del grupo leerá y seguirá las indicaciones.
- Será guiado a varios momentos de silencio que le permitirán pedirle al Espíritu Santo que le encuentre y le guíe. Puede utilizar un cronómetro para mantenerse encaminado. Si moverse o ponerse de pie le ayuda a concentrarse y estar atento al Espíritu, siéntase libre de hacerlo. Cuando se distraiga, simplemente pídale al Espíritu que le ayude a reenfocarse.
- Su grupo leerá el Salmo 84 y responderá en oración. Preste atención a lo que sucede en su cuerpo (sentimientos) y mente (pensamientos) mientras se concentra en la lectura de las Escrituras en voz alta y las palabras que otros oran.
- Su reunión concluirá con algunas preguntas de discusión.
Pautas de Oración Para Grupos Comunitarios
Facilitador: “Comenzaré con una breve oración seguida de tres minutos de silencio. Por favor, póngase cómodo”.
Facilitador: “Señor, estamos aquí para escucharte. Por favor minístranos durante este tiempo. Reúnete con nosotros y guíanos. Elimina nuestras distracciones y danos el discernimiento de tu presencia con nosotros”.
El grupo guarda tres minutos de silencio.
Facilitador: “Leeré el Salmo 84 dos veces, pausando después de cada lectura.”
“¡Cuán amables son tus moradas, oh SEÑOR de los Ejércitos! Mi alma anhela y aun desea ardientemente los atrios del SEÑOR. Mi corazón y mi carne cantan con gozo al Dios vivo. Hasta el pajarito halla una casa y la golondrina un nido para sí donde poner sus polluelos cerca de tus altares, oh SEÑOR de los Ejércitos, ¡Rey mío y Dios mío! ¡Bienaventurados los que habitan en tu casa! Continuamente te alabarán. ¡Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas y en cuyo corazón están tus caminos! Cuando pasan por el valle de lágrimas lo convierten en manantial. También la lluvia temprana lo cubre de bendición. Irán de poder en poder y verán a Dios en Sion. Oh SEÑOR Dios de los Ejércitos, oye mi oración. Escucha, oh Dios de Jacob. Mira, oh Dios, escudo nuestro; pon tu vista en el rostro de tu ungido. Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios que habitar en moradas de impiedad. Porque sol y escudo es el SEÑOR Dios; gracia y gloria dará el SEÑOR. No privará del bien a los que andan en integridad. Oh SEÑOR de los Ejércitos, ¡bienaventurado el hombre que confía en ti!” (Salmo 84)
Facilitador: “Disfrute de tres minutos más de silencio y pregúntele al Señor qué escuchó del Salmo 84. Pídale que le ayude durante este tiempo. Tome nota de qué palabras o versículos le trae a su atención el Espíritu.”
El grupo guarda tres minutos de silencio.
Facilitador: “Ahora vamos a leer el pasaje frase por frase. Después de cada frase, haremos una pausa de un minuto para orar en silencio e individualmente, y luego tomaremos los siguientes dos minutos para orar juntos o simplemente guardar silencio. Después de eso, pasaremos a la siguiente frase”.
El facilitador lee cada versículo lentamente y hace una pausa para la oración individual y colectiva.
“¡Cuán amables son tus moradas, oh SEÑOR de los Ejércitos!”
Cada persona ora en silencio durante un minuto; luego, el grupo ora en voz alta de forma colectiva o individualmente en silencio durante dos a cuatro minutos.
“Mi alma anhela y aun desea ardientemente los atrios del SEÑOR. Mi corazón y mi carne cantan con gozo al Dios vivo.”
Cada persona ora en silencio durante un minuto; luego, el grupo ora en voz alta de forma colectiva o individualmente en silencio durante dos a cuatro minutos.
“Hasta el pajarito halla una casa y la golondrina un nido para sí donde poner sus polluelos cerca de tus altares, oh SEÑOR de los Ejércitos, ¡Rey mío y Dios mío!”
Cada persona ora en silencio durante un minuto; luego, el grupo ora en voz alta de forma colectiva o individualmente en silencio durante dos a cuatro minutos.
“¡Bienaventurados los que habitan en tu casa! Continuamente te alabarán.”
Cada persona ora en silencio durante un minuto; luego, el grupo ora en voz alta de forma colectiva o individualmente en silencio durante dos a cuatro minutos.
¡Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas y en cuyo corazón están tus caminos!”
Cada persona ora en silencio durante un minuto; luego, el grupo ora en voz alta de forma colectiva o individualmente en silencio durante dos a cuatro minutos.
“Cuando pasan por el valle de lágrimas lo convierten en manantial. También la lluvia temprana lo cubre de bendición.”
Cada persona ora en silencio durante un minuto; luego, el grupo ora en voz alta de forma colectiva o individualmente en silencio durante dos a cuatro minutos.
“Irán de poder en poder y verán a Dios en Sion.”
Cada persona ora en silencio durante un minuto; luego, el grupo ora en voz alta de forma colectiva o individualmente en silencio durante dos a cuatro minutos.
“Oh SEÑOR Dios de los Ejércitos, oye mi oración. Escucha, oh Dios de Jacob.”
Cada persona ora en silencio durante un minuto; luego, el grupo ora en voz alta de forma colectiva o individualmente en silencio durante dos a cuatro minutos.
“Mira, oh Dios, escudo nuestro; pon tu vista en el rostro de tu ungido.”
Cada persona ora en silencio durante un minuto; luego, el grupo ora en voz alta de forma colectiva o individualmente en silencio durante dos a cuatro minutos.
“Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios que habitar en moradas de impiedad.”
Cada persona ora en silencio durante un minuto; luego, el grupo ora en voz alta de forma colectiva o individualmente en silencio durante dos a cuatro minutos.
“Porque sol y escudo es el SEÑOR Dios; gracia y gloria dará el SEÑOR. No privará del bien a los que andan en integridad.”
Cada persona ora en silencio durante un minuto; luego, el grupo ora en voz alta de forma colectiva o individualmente en silencio durante dos a cuatro minutos.
“Oh SEÑOR de los Ejércitos, ¡bienaventurado el hombre que confía en ti!”
Cada persona ora en silencio durante un minuto; luego, el grupo ora en voz alta de forma colectiva o individualmente en silencio durante dos a cuatro minutos.
Facilitador: “Mientras concluimos, tomemos unos minutos más de silencio para prestar atención y escuchar a Dios. Consideremos estas preguntas:
- Señor, ¿cómo deseas que crezca mi relación contigo?"
- ¿Dónde estoy poniendo mi confianza en mi propia fuerza en lugar de en la tuya?
- ¿Cómo quieres que viva de manera diferente?
Tomemos tres minutos de silencio para reflexionar sobre estas preguntas con el Señor.”
El grupo guarda tres minutos de silencio.
Facilitador: “Señor, te damos gracias por tu presencia activa y poderosa. Oro para que continúes ayudándonos a experimentar la unión y la intimidad contigo. Continúa usando tu Palabra, tu Espíritu y tu pueblo para ayudarnos a experimentar tu amor transformador”.
Preguntas de Discusión
- ¿Cómo fue esta práctica para ti? ¿Qué te gustó? ¿Hubo algo que fue incómodo? Si es así, ¿por qué?
- ¿Qué te mostró Dios o qué te recordó a través de las oraciones de los miembros de tu grupo comunitario?
- ¿Qué invitación sientes que el Señor te está extendiendo?